Flujo existencial

Todo fluye. Un flujo incesante de memorias domina los movimientos de mi mente. No distingue entre sueños o recuerdos terrenales. Todo lo he vivido, todo me lo trae presente. Tienen la misma calidad existencial. ¡Cuantos recuerdos! Lugares, personas, sensaciones, sentimientos, pensamientos, descubrimientos...sobre todo lugares. Aparesco como una figura solitaria y abstracta siendo desde una distancia indefinida. Observo, analizo y contemplo. Las otras personas solo son pasantes, los paisajes escenario. Vivo a base de intuiciones e instintos, los pensamientos que surjen no son más que un público pasivo. Mi propio cuerpo es irreal. Soy algo y nada más, un disfraz de ser humano. Cada día es otro sueño más que mañana tal vez será recuerdo. Mi memoria corto plazo me falla mientras las memorias distantes inundan los espacios cognitivos. Las experiencias soñadas son igual de insistentes. Sólo espero que este río me lleve a un lago para descanzar...¿o a caso voy hacia el mar? No soy dueña de mi propia existencia, sólo testigo. Parto porta imparcialidad, descubro desprendimiento. La vida está tan cerca de la muerte. Es pasajero, el flujo incesante. No hay detenimiento.