Recuperándome aun de los uraneos de hace unas semanas, y su electricidad continúa encendiendo cables de carne cognitiva.
Cuando la Luna Nueva en 00 Cáncer el Junio pasado, reflexioné sobre lo difícil que es concentrarme hasta en los propios pensamientos al estar criando tres criaturas humanas. Como madre estoy tomando en cuenta las necesidades de todas. Las propias pueden quedarse al margen o hasta ser olvidadas, aunque tienen igual importancia. Como si dejase de existir más allá de la teta que amamanta. Constantemente me interrumpe un “¡Mamá!” y tan solo sus voces y sonidos mantienen a la mente ocupada. Dejo de escucharme.
Pero Urano en Tauro dijo: Pensamientos tengo.
¿Quién? llega a liberar
montando dos peces
a la minotauro
(mitad humana, mitad bestia)
de su laberinto de la soledad.
¿Quién? llega a transformar
acompañado por gemelos
al fértil híbrido orgánico.
¿Quién? se detiene
al ser atraído por lo terrenal.
¿Quién? se vuelve
a casar con la Tierra.
¿Quién? es
la criatura prisionera
de sus propios prejuicios.
Los humanos estamos llenos de sentimientos. Muchos, muchos, muchos, pero muchos sentimientos. Sentimientos que pueden ser intensos – porque exigen y demandan atención, cuidado y sobre todo AMOR. Sentimientos que exigen, por ejemplo, que se levanten las voces. Y emociones que desean ser procesadas.
El universo reflejó un contundente deseo.
Por otro lado refleja el surgimiento de un deseo muy profundo
que aparenta diferir.
¿Acaso tiene un camino nuevo
que despedir al amado viejo?
Cuando canalicé a mi padre,
Vi que es muy femenino,
pero también es muy masculino.
Se me ha presentado la siguiente dicotomía: mi ser masculino y mi ser femenino buscan. Ambos desean. ¿Acaso sus distintas necesidades y circunstancias pueden coexistir equilibradamente? Si va una aprendiendo a balancearlas. Signo de interrogación. Es que ni se mueven en el mismo rumbo, no, como si fuesen dos peces nadando cíclicamente en corrientes opuestas generan un remolino. Un torbellino interno levanta polvo, levanta el agua, y va encendiendo fuegos al atravesar. Hasta producirse por el uraneo de la mente un pensamiento radical.
Existe un tercer camino. . .
Cada que hay Luna
algo está sucediendo
con la situación
de la menstruación:
o la espera o el goteo o el sangrado
o la premenstrual o la posmenstrual
o la menopausia o cese natural.
Y Durante un embarazo
se da otro tiempo mensual.
Y cuando nace,
crece, adolece, envejece, perece y fenece,
¿Quién?
también hay Luna.
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