el día 21 del mes 12 del año 2020...
Salimos a caminar al caer la oscuridad
para ver la conjunción entre Júpiter y Saturno.
Iba ligera en espíritu
y con la mente cargante, más bien el estomago --
por los tacos que había devorado.
Sentía la panza bien pesada.
Y sí, vimos las estrellas acercadas,
más cerca una de la otra que la vez pasada
(hace unas semanas),
y una más pequeña que la otra.
La caminata en el aire frío del hemisferio boreal
me aligeró el estomago y refrescó la mente.
Luego en casa,
al habernos metido en la cama para dormir,
de repente --
y además me había excedido con el café ese día
atípicamente
¿por qué sería?
Al ponerme la cobija encima,
lo entendí.
Se me vino una vorágine de
madrazos mentales,
así que me puse a escribir --
en lugar de dormir.
Y me tuvieron las estrellas gemelas
hasta más allá de media noche
ejerciendo la tête --
expresando, contemplando, escribiendo, pensando
SIN llegar a una conclusión, y
lo que se presentó como un ejercicio espontáneo,
tenía sabor a un río de hace años
que ahora es cascada.
Salimos a caminar al caer la oscuridad
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